Es un gran reto y un inmenso placer plasmar parte de la historia y el origen de nuestra misión, iglesia Cruzada Cristiana, y contar algunas de las maravillas que Dios ha hecho con nosotros en estos 31 años. Es así como nos remontaremos al pasado para conocer el poder de la semilla que se sembró y de la cual hoy estamos recogiendo la cosecha. Mencionaremos a tres personas que sirvieron como ‘columnas de edificio’ que el Señor ha venido construyendo hasta el día de hoy: Dwight L. Moody, Charles T. Studd y Arthur Patrick Symes.
DWIGHT L. MOODY
Fue un predicador nacido en Chicago, USA, y uno de los más grandes cristianos del siglo XIX quien en su juventud, fue un sencillo zapatero. Cuando aún era un niño quedó huérfano y al poco tiempo de la muerte de sus padres abrió su corazón al Señor.
La historia cuenta acerca de un diálogo que Moody sostuvo con un anciano, en una tarde soleada y alegre, después de haber estado orando. El anciano dijo: “Hasta ahora el mundo no ha conocido todo lo que Dios puede hacer con un hombre que se rinda cien por ciento es sus manos”.
Moody se pudo de pie y con una exclamación, producto de su corazón conmovido, dijo: “Por la gracia de Dios yo seré ese hombre”. En efecto, Moody recorrió USA, Inglaterra y otras naciones predicando como ningún otro. Se calcula que personalmente ganó a más de medio millón de personas para Cristo, en una época donde no existían los adelantos ni los medios de comunicación como los que tenemos hoy en día.
Fue en Inglaterra donde Moody ganó para Cristo a Edward Studd, el padre de Charles T. Studd, fundador de la Cruzada Evangélica Mundial. Así pues, Moody llegó a ser como el ‘bisabuelo espiritual’ de la iglesia Cruzada Cristiana.
CHARLES T. STUDD
Otro misionero inglés, pilar para nuestra misión. Se destacó por ser un estudiante brillante de la Universidad de Cambridge, deportista famoso y heredero de una inmensa fortuna. Studd recibió la influencia de su padre Edgard Studd quien al convertirse a Cristo con el evangelista Moody, estimuló a sus hijos a seguir al Señor. Por esta razón, renunció a sus títulos, a la fama y privilegios que le ofrecían su fortuna.
Studd y su esposa Priscila donaron toda su fortuna para el extendimiento del evangelio. Una parte del dinero se utilizó para la construcción del Instituto Bíblico Moody, otra parte fue donada al general William Booth, fundador del Ejército de Salvación; además ayudó a George Muller para el ministerio de orfanatos que dirigía. Muchas otras personas recibieron donaciones, de manera que absolutamente toda la riqueza de Studd fue invertida en ganar a los perdidos para Cristo.
Studd fue misionero en China, y en febrero de 1885 se convirtió en un ciudadano de este país; allí vivió durante diez años y predicó de Jesucristo. También fue misionero en la India; allí estuvo otros seis años hasta que debido a quebrantos de salud, regresó a su patria, Inglaterra. Los médicos consideraban que tenía poca posibilidad de recuperación, pues su corazón estaba muy débil. Entonces Dios lo retó a realizar su mayor empresa: viajar al centro de África a sembrar la Palabra de Dios. Sus familiares y amigos vieron este viaje como una locura, pero Studd estaba seguro que era la voluntad de Dios para su vida; para ese entonces tenía 52 años. Cuando partió hacia África escribió el lema de su vida: “Si Jesucristo es el Hijo de Dios y Él murió por mí, no hay ningún sacrificio demasiado grande que yo haga por Él”-
Studd literalmente se sembró en el África. Allí ganó a los perdidos, le tradujo la Biblia, les enseñó a cultivar la tierra y a escribir su idioma, hasta el día de su muerte, el 19 de julio de 1931. Para esta fecha Studd había establecido en Londres la casa matriz de la Cruzada de Evangelismo Mundial (World Evagelization Crusade), con el propósito no sólo de apoyar el trabajo de Studd en África, sino de extender el evangelio, enviando misioneros a otros países donde no conocían a Jesucristo. El australiano Arthur Patrick Symes fue uno de ellos.
ARTHUR PATRICK SYMES
Fue un misionero australiano, tercer pilar de nuestra iglesia. Dos años después de la muerte de Studd, el 16 de julio de 1933, el joven Patrick llegó al puerto de Buenaventura bajo la bandera de la Cruzada Mundial. Antes había servido al Señor durante cinco años en las selvas de Matto Grosso, Brasil. Vino por mandato de Dios y con la visión clara de ganar a Colombia para Cristo. Sus metas específicas eran abrir iglesias, fundar un Instituto Bíblico, capacitar obreros nacionales, abrir una imprenta con el fin de proveerse de tratados y libros para la iglesia que estaba naciendo y construir una clínica. Desde el primer día de su arribo, viajó, predicó y buscó ayuda de otros misioneros y al final obtuvo el gozo de ver sus metas hechas realidad.
Después de la llegada de Symes a Colombia, vinieron muchos otros misioneros a reforzar el trabajo; también llegaron varias mujeres quienes trabajaron con esfuerzo y decisión. Una de estas misioneras fue la hermana Elenita Jones, quien más tarde se convertiría en la esposa de Symes. Otra mujer importante fue Matilde de Hoyos, una ex actriz mexicana llena de santidad, consagración y entusiasmo.
A pesar de soportar los peligros y sufrimientos de la violencia, la semilla sembrada germinó y la obra creció en terreno fértil. Llegaron otros misioneros que también dejaron su huella, entre ellos están Kenneth y Graciela Chapman, los esposos Alfredo y Juanita Bucana, Pablo y Doris Anderson, Josefina Ragano, el ya fallecido hermano Lindsay Christie, fundador del periódico Desafío y director del Club 700 en Colombia, y su esposa Dense quien aún continúa sirviendo a Cristo. Otros misioneros fortalecieron la obra como David Peacock quien tenía una visión grande para la imprenta, la que hoy es editorial Buena Semilla. También están Samuel Bernhard y Mariana Prince quien siguió los pasos del francés Hancock, al frente de la clínica Emmanuel.
INICIOS DE LA OBRA NACIONAL
Las iglesias comenzaron a crecer en medio de muchas dificultades, la misión comenzó a desarrollarse con el establecimiento en iglesias nacionales dirigidas por pastores colombianos. Durante esos años la iglesia creció a pesar de la violencia, algunos cristianos murieron, otros fueron golpeados, perseguidos y muchas capillas fueron destruidas pero la obra del Señor siguió adelante. La misión se estabilizó y siguió un patrón casi generalizado, a la iglesia se regionalizó y tomó nombre de iglesia Cruzada Evangélica Colombiana, con su respectiva personería jurídica y reconocimiento ante el Estado.
NACIMIENTO DE LA IGLESIA CRUZADA CRISTIANA
Junto al crecimiento que se empezaba a darse, la iglesia debía afrontar nuevos retos, y para esto Symes conocía la importancia de ser dirigido por el Espíritu Santo. Fue así como a principios de los años 70 se comenzó a dar, al interior de la misión, un énfasis carismático pentecostal, el cual se afianzó con la venida del predicador judío Costa Deir. En esa ocasión algunos pastores fueron ministrados para recibir el bautismo del Espíritu Santo y muchos de ellos fueron envestidos con poder de lo alto. Esto trajo un avivamiento entre el liderazgo y el Señor se manifestó con milagros y señales.
Este mover espiritual, junto con algunos desacuerdos relacionados con el sistema administrativo de la misión, generaron desacuerdos entre algunos dirigentes y misioneros. Con el fin de encontrar una solución y evitar que estos desacuerdos causaran mayor daño y fieles al principio de tener unanimidad en las decisiones, un grupo de pastores y misioneros, liderados por Symes, prefirieron separarse de los demás líderes, al estilo de Abraham y Lot. Guiados por el Señor, decidieron formar una nueva entidad, con una administración sencilla y dinámica que se mantuviera fiel a la visión inicial y que en lo posible se enmarcara dentro del modelo de la iglesia descrita en el libro de los Hechos de los Apóstoles. El 20 de febrero de 1975, Symes y un grupo de líderes (incluido nuestro apóstol Alfonso Díaz) se comprometieron delante de Dios con la formación de una nueva misión como consta en el Acta de Fundación. Luego el 6 de noviembre de 1975, el Ministerio de Justicia expidió la Personería Jurídica Civil 6136, dando reconocimiento a la nueva misión, la cual se denominó IGLESIA CRUZADA CRISTIANA.
DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA EN OCHO REGIONES
Debido a las dificultades administrativas que enfrentaban la misión y por la partida de sus principales dirigentes (Entre ellos Patrick Symes el 24 de julio de 1986), surgió un nuevo liderazgo.
Se distribuyo el país en ocho regiones geográficas, con el fin de descentralizar la misión y ser más efectivos en la administración. No fue una tarea fácil ni inmediata, paso a paso se implementó el liderazgo pastoral en las regiones. Transcurridos unos años se comenzó a ver el buen resultado de la descentralización: una mejor atención a las iglesias locales, mayor capacitación al pastorado y una misión más amplia en la obra regional.
La estructura se fortaleció y la administración estaba más acorde con las necesidades de los ministros y de las iglesias locales. Después de importantes debates se determinó también la afiliación de los pastores a la seguridad social, se organizó el área contable en las tesorerías, igualmente se capacitaron los cuerpos directivos de las iglesias locales para apoyar a sus pastores y se mejoraron los salarios de los ministros del Señor.